miércoles, 28 de marzo de 2007

Las Intermitencias de la Muerte

*** Para empezar, levantar la sesión, respondió el de más edad, Y luego, Seguir filosofando, ya que nacimos para esto, y aunque sea sobre el vacío, Para qué, Para qué, no sé, Entonces, por qué, Porque la filosofía necestia tanto de la muerte como las religiones, si filosofamos es porque sabemos que moriremos, monsieur de montaigne ya dijo que filosofar es aprender a morir.

*** Qué diran los vecinos cuando descubran que ya no están aquí aquellos, que sin morir, a la muerte estaban.

*** Con las palabras todo cuidado es poco, mudan de opinión como las personas.
Saramago

viernes, 16 de marzo de 2007

Heladas uñas violetas

Violetas, heladas uñas
realidad mayor reflejan.
Solitario costurero
de botones un rimero.
Luz que mi ventana cuela
la destemplanza ahuyenta,
añíl que el cristal traspasa
la futíl vida recuerda.
Uñas, violetas heladas
realidad mayor reflejan.
Teléfonos apagados
el silencio me preservan.
El rún-rún del aparato
sobre mi cabeza vuela,
sube la temperatura
de mi alma casi yerma.
Violetas uñas, heladas
mayor realidad reflejan.
Libro dormido que llamas
deja tus palabras quietas.
Los colores de la manta
en mis piernas se relajan,
testimonian que ha de venir
una mejor primavera.
Uñas, violetas heladas
mayor realidad reflejan.
Albúm de fotos cerrado
deja tus páginas prietas.
Violetas heladas uñas
uñas heladas violetas.

viernes, 9 de marzo de 2007

Pony End







Sintonizada la radio en M80, suena música de los setenta, ochenta y noventa. El tráfico aumenta,y los viajeros con paciencia avanzan en la serpiente gris de la brecha.
Día luminoso de invierno, en el coche, hasta se alcanzarán los treinta. Discurre el tiempo,que no el espacio, y el agobio aumenta.
Con asombro veo dos ponis, al borde mismo de la acera. Qué cosa más curiosa y más extraña, parece primavera.
-Mira niño, dos ponis!! Observa y no te los pierdas!!

Con los hocicos rozando, con los cuellos enlazados, estampa bucólica y ajena al enjambre de autos que les rodea.
Suena un inmenso estampido, la realidad contra el volante estalla, suena un tremendo alarido, de sorpresa y destemplanza.
Ojos desorbitados, aliento y temor en el pecho amarrados.
-¿Cómo estais hijos míos? ¿Os ha pasado algo?
-No te apures mami que bien estamos.

Atolondrada salgo y al coche alcanzado alcanzo.
-¿Mujer cómo te encuentras? ¿Y el niño, se ha lastimado?
-Sólo me duele el cuello pero nada extraordinario. El niño también está bien, un poquito amedrentado.
En su sillita me mira como a un auténtico extraño.
Aún veo dos coches más, que a la chapa he alcanzado, la policía lo llamará: Choque por contacto.
La ambulancia que allí nos ve, se interesa de inmediato. No hay heridos en apariencia sólo solloza mi auto. El líquido que, verde asoma de los bajos desgarrados, precede a mi amargo llanto.
- Tranquilícese señora, que no ha sido para tanto. El seguro ya lo arregla, para eso lo pagamos. Véngase conmigo ahora que la tensión le aflora y ese dolor en el pecho se mirará sin demora.

Ya sentada en la ambulancia, la respiración más pausada, veo mientras arranca a los ponis cara a cara.
La sirena apenas suena, la escena ya se aleja: polis, coches, niños, madres y unos ponis en pareja.

Febrero de 2007

viernes, 2 de marzo de 2007

De otra manera

Camino
con sentido de equilibrio.
Del destino ¿soy señora?
guardándolo de la borda.

Mira de otra manera,
alegra el alma: cansada, quieta.

Si tienes lo que quieres
¿por qué no lo quieres tener?
Del hastío de tu suerte
¿saltas a cuestionarte ser?

Las sombras del claroscuro
sobrevuelan tu diario
¿Cómo harás para sacudir
su peso de dinosaurio?

He aqui la grandeza,
de las almas: cansadas, quietas;
pues ¿sin querer se acompañan?
en el día a día y
¡navegan!

Mira de otra manera,
pues a poco que pueda,
el filo de tu borda,
desaparecer
haré.